miércoles, 17 de agosto de 2016


El Mercurio concreta la compra de Radio Universo por casi 
$ 6 millones de dólares y fortalece su monopolio medial
17 agosto 2016
El Mercurio S.A.P. de propiedad de Agsutín Edwards Eastman y que concentra gran parte del duopolio medial de la prensa impresa -junto a Copesa- concretó la operación de compra haciéndose de Radio Universo por cerca de $6 millones de dólares según consigna hoy la Revista Capital.
La adquisición, según consigna el mismo medio, se concretó recientemente luego de que los representantes del conglomerado “Compañía chilena de comunicaciones”, dueño de Radio Cooperativa y Radio Universo, se decidieran por la oferta presentada por El Mercurio S.A.P. y lograran alcanzar un acuerdo económico e imponer una clausula en la que El Mercurio no podrá, durante dos años, convertir a la emisora en una Radio exclusivamente informativa como lo es Radio Cooperativa.
De este modo El Mercurio mantendrá, además de su ya conocido imperio medial impreso y las 40 estaciones radiales que ya posee en regiones, una Radio FM en el 93.7 en la Región Metropolitana (como lo es Radio Universo) a la que se suma “Radio Digital FM”, también propiedad de El Mercurio que se complementa con su plataforma digital de “SoyChile.cl”.
Según fuentes cercanas a la negociación, solo faltaría la aprobación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), pero el trato entre ambas partes es un hecho.
Sobre la continuidad de los programas como “La Hora del taco” o “Reina de copas” o sobre la parrilla, trabajadores de Radio Universo manifiestan que si bien sabían de la posibilidad, nadie ha informado si continuará el mismo formato -de reconocida línea de clásicos del Pop y el Rock- ni si habrán o no cambios profundos o de si seguirán los mismos conductores y programas, lo que hasta ahora es incierto.
De este modo El Mercurio quiere entrar de lleno a competir con otros grandes empresarios mediales como es el caso de Alvaro Saieh, su competidor en el monopolio de los medios impresos con COPESA, quien además controla al grupo DIAL con varias radios en FM como lo son Radio Beethoven, Radio Carolina, Radio Paula, Radio Duna, Radio Zero y Radio Disney.
Así el espectro radial chileno continúa en la línea de la hiper concentración medial – empresarial, junto al Grupo Luksic, que hoy mantiene 4 radios como lo son Radio Play, Sonar, T13 Radio y Radio Oasis.
Así como también la gigante “Iberoamericana Radio Chile” que controla las Radios: Imagina, Concierto, Futuro, Pudahuel,, FM2, ADN, Radio Activa, Rock and Pop, Corazón y Los 40.






Interés público” y el pánico de la derecha al “estado comunicador”. Por María Elena Hermosilla. Periodista U. de Chile, magister en comunicación

En la última sesión del Consejo Nacional de TV un extraño artilugio matemático – y de acuerdo a la ley –permitió que tres votos sumaran más que seis. El quorum exigido, para su aprobación, era de siete votos. Y el spot que informa sobre la realización de los cabildos provinciales en el marco del proceso constitucional quedó sin emitirse en la TV en el tiempo que, por ley, cuenta el Estado para difundir gratuitamente campañas de “interés público”.

Las campañas de “interés público” han ido viviendo transformaciones a través de los años, porque la sociedad chilena y sus necesidades han ido cambiando y la naturaleza de los temas que se abordan también lo han hecho. En la medida en que como sociedad construyamos un bien común y nos encontremos con problemas, catástrofes, amenazas o surjan nuevas necesidades y exigencias, siempre habrá momentos en que haya información que todos debamos manejar, actitudes y comportamientos que modificar, saberes que debamos compartir.
Esos son los momentos en que todos los medios de comunicación son los canales indispensables y el ente emisor -el Estado democrático y sus poderes- quien debe definir los contenidos coherentes con el bien común y hablarnos con mensajes breves, veraces, oportunos y claros.
En la década de los 80 el Ministerio de Salud implementó la campaña de lactancia materna, porque había desnutrición y mortalidad infantil. Y esa campaña, con diversos spots y frases radiales, reuniones de grupo, apoyo de consultorios, contribuyó -no digo que sea el único factor- a que a fines del milenio Chile mejorara sus cifras. Se superaron prejuicios, las madres cambiaron sus comportamientos.
Otra campaña importante, la de prevención del cólera: “Hierva el agua, lávese las manos”, y Chile enfrentó la plaga casi sin muertos, a diferencia de países vecinos que perdieron centenares de personas. La del SIDA: gran polémica porque se refería a la salud sexual y reproductiva de las personas y remecía valores muy arraigados. Pero se comunicó, se hizo luz sobre el problema, se mostraron opciones y hoy, por lo menos en sectores importantes de la población, el SIDA está frenado.En el Gobierno de Piñera se hizo la campaña “Elige vivir sano”, contra la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación. Y tan gubernamental fue que, aunque la auspiciaban privados, en los spots aparecía la esposa del Presidente, lo que nunca había ocurrido en democracia. Su contenido era propio de país rico, donde el problema ya no es la carencia de alimentos sino su uso inadecuado.Hoy la necesidad es otra. El Estado quiere hablar de cambiar las reglas del juego político, la forma en que se gestan el poder y las instituciones, de democratizar la “gran casa” que todos compartimos. Hablar de una reforma constitucional, para lo cual el Gobierno Bachelet definió una agenda e inició un proceso que se desea lo más participativo y transparente posible. Ya no se trata de mejorar comportamientos de salud, de prevenir accidentes del tránsito, de conocer las consecuencias del uso de drogas. El bien común necesita que participemos en reuniones y demos nuestra opinión frente a temas muy relevantes que nos van a afectar a todos y todas, durante muchos años

                                                   
La Comisión de Transportes también estudio las normas para el acceso de la población con discapacidad auditiva a la información proporcionada por la Onemi. Esta idea también fue ratificada.
Publicado el: 06/04/2016

En condiciones de ser visto por la Sala, quedó el proyecto de ley, iniciado en moción del senador Alejandro Navarro, que modifica la pena para la radiodifusión no autorizada.
 Esto luego que los integrantes de la Comisión de Transportes y Telecomunicacionesaprobaran las ideas matrices de la norma tras escuchar en la última sesión, al presidente del directorio de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), Ernesto Corona.
La propuesta apunta a eliminar de la actual legislación, la pena de cárcel que actualmente deben cumplir aquellos que operen o exploten servicios o instalaciones de radiodifusión sin autorización de la autoridad correspondiente. De esta forma, esta infracción se conocerá como falta.
También cometerá falta, quien permita que en su domicilio, residencia, morada o medio de transporte, funcionen tales servicios o instalaciones. La multa en estos casos será de una a tres Unidades Tributarias Mensuales (UTM) (entre 45.316 y 135.948 pesos).
En general los legisladores se han mostrado a favor de aumentar las multas a este tipo de faltas, mantener la figura de decomiso y eliminar la pena de cárcel.
El presidente de la Comisión, el senador Manuel Antonio Matta valoró esta aprobación que fue unánime, recordando que “hoy las penas son excesivas porque se fija prisión menor en cualquiera de sus grados, decomiso de equipos y las multas van desde las 50 a 5 mil UTM (entre dos millones 265 mil y 226 millones 580 mil pesos)”.
El legislador aclaró que la intención del proyecto es homologar la legislación radiofónica a la televisiva, por lo que las radios comunitarias podrán funcionar pero siempre respetando otras emisoras.
Por su parte, el senador Manuel José Ossandón ejemplificó el debate de la siguiente manera: “Cuando los autos van en una carretera, uno sabe por cuál carril ir si ando en moto, en automóviles o bus, no nos podemos cruzar de una pista a otra porque generamos un accidente. Esto es igual”, aclaró.

Respecto a las indicaciones, el parlamentario adelantó que presentará algunas mejoras al texto, debido a que “en general la idea matriz me parece acertada, pero creo que debemos ser más duros con aquellos que comentan la falta más de una vez. Hay que ser enfáticos en las segundas y terceras veces porque hay que hacer cumplir la ley que es para todos”.